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Rasca Rascaaa!!=)

Other Love Story

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Sad Love Quotes

lunes, 31 de mayo de 2010

Capítulo 37 (Maggie)

I don't know where I'm at; I'm standing at the back and I'm tired of waiting... Waiting here in line, hoping that I'll find what I've been chasing. I shot for the sky, and I'm stuck on the ground. So why do I try?, I know I'm going to fall down... I thought I could fly, so why did I drown? Never know why it's coming down, down, down... Can't find another way around. And I don't want to hear the sound, of losing of what I never found. So why do I try, I know I'm going to fall down. I thought I could fly, so why did I drown?

Down - Jason Walker








Tenía que hablar con mi padre... Pero lo haría mañana. Habíamos pasado horas en aquel sitio cuyo nombre no sé, y en Eugene más o menos ahora serían las 12 de la noche.

Llegamos sanos y salvos. Todo el mundo estaba durmiendo... Normal.

Me despedí con un beso de Alec, el cual se vio algo reacio a dejarme ir. Me puse el pijama una vez se fue él, y me fui preparando para quedarme dormida.


El despertador sonó como si fuera el primer día. Fue tal el sonido que casi me caí de la cama del susto. Pero entonces unos brazos me sujetaron con firmeza. Alcé la cabeza. Era Alec. Una exclamación salió de mi boca. ¿Qué hacía él aquí?

- ¿Alec? ¿Se puede saber que dem...?

- Shh...- me interrumpió, mientras me ponía un dedo en mis labios.- Nadie sabe que estoy aquí.

- Ah, que bien ¿no?- dije con sarcasmo.- Si mi padre o Lilly entraran a la que se le caería el pelo sería a mí.- él se encogió de hombros con indiferencia.

- Pero sabemos que tu padre no va a entrar porque está trabajando, y que Lilly está haciéndote el desayuno: tortitas con nata. Huelen de maravilla, por cierto.- se me cayó el alma a los pies.

- ¿Has... Has estado con Lilly... en -- la cocina?- balbuceaba. Él rió.

- Tranquila. No me ha visto. Era invisible.- suspiré con alivio.

Alguien llamó a mi móvil. ¿Elena? Hacía por lo menos tres días que no la veía. Pero a pesar de eso ella era una de mis mejores amigas....

- ¿Elena? ¿Qué pasa?- la pregunté. Al otro lado de la línea podía notarse la preocupación de ella.

- ¿Maggie? ¿Eres tú?

- Sí. ¿Estás bien? ¿Pasa algo malo?- instintivamente miré a Alec, el cual parecía estar escuchando la conversación.

- Bueno... verás... Mi hermana no regresó anoche y me preguntaba si... si la habrías visto...

- ¿Ashley?- había olvidado mencionar que ella tenía una hermana pequeña de 12 años. Su nombre era Ashley. A pesar de que entre ellas no hubiera mucha conversación ni se llevaran bien, Elena aún la quería.- No. ¿Dónde fue el último sitio al que fue? ¿Cuándo fue la última vez que la viste?

- Ayer a las 7 de la tarde... Discutimos sobre un asunto estúpido... Ella quería ir a una discoteca, y yo no la dejaba... Entonces ella dijo que iría de todos modos... Pero por mucho que la busqué en esa discoteca no la encontré... Estoy muy preocupada, Maggie... No sé qué hacer... Y la policía dice encima que no es desaparición hasta las 48 horas...

- Elena.- intenté tranquilizarla. - Mira, lo que vamos a hacer es esperar hasta por la tarde, y luego la buscaremos, ¿vale? No sé... si quieres paso a buscarte a casa y me lo cuentas con más detalles... Dos mentes piensan mejor que una...

- Sí..- se le quebró la voz.

- Vale. Entonces voy ahora hacia tu casa...

Colgó el teléfono, y yo miré a Alec, quien estaba impasible en el borde de mi cama.

- ¿Y bien?- pregunté, rompiendo un silencio bastante incómodo.- ¿Sabes quién a podido ser?

- Hay varios...- respondió él, sin expresar sentimiento alguno, mirando hacia la nada.- pero no sé cuál de ellos habrá podido ser...

- Bueno... Pues habrá que descubrirlo.- me levanté de un brinco de la cama y cogí de mi armario lo primero que encontré.

- Hazme un favor...- ahora me miraba a los ojos con suma preocupación.- Si vas por algún lugar de ese tipo avísame, ¿vale?- asentí.

Se marchó mientras me duchaba y me vestía.

Por mucho que intentaba olvidarme de la conversación que minutos antes había mantenido con Elena, simplemente no podía. Más que nada porque nada de todo esto cuadraba. Es decir... por lo que me había contado Elena acerca de su hermana, ella era una chica que sacaba muy buenas notas... muy poco problemática y obediente... Era imposible que de la noche a la mañana se despertara y fuera conflictiva, desordenada...

Una vez que ya estaba lista y había desayunado, me dirigí hacia la casa de Elena.

Cuando ella salió, vi que estaba peor de lo que aparentaba en el teléfono. Tenía ojeras, y la cara pálida, con señales debajo de sus ojos negras, cosa que quería decir que había estado llorando antes de que yo viniera. La abracé por instinto, y ella me devolvió el abrazo mientras empapaba mi chaqueta con sus lágrimas.

- ¿Qué tal vas?- la pregunté.

- Fatal... Estoy muy preocupada por Ashley... Nunca había dejado la casa así como así, por un simple berrinche.

- Te entiendo... Pero averiguaremos donde quiera que esté...

LLegamos al colegio pronto, como siempre. Las clases se pasaron bastante rápido, teniendo en cuenta que no prestaba atención a ninguna de ellas.

Finalmente llegó la hora de comer. Mi taquillero estaba justo al lado del de Elena, por lo que la iba a ver sí o sí.

Y así fue. Ella iba caminando como una zombie (literalmente), y cuando abrió su taquillero, una nota cayó de él.

- Elena.. Se te ha caíd...- pero ella no me escuchó, simplemente me hizo una seña de que lo leyera por ella. Me quedé helada cuando lo abrí. Tenía una caligrafía impecable y hermosa...
Pero eso no fue lo que me sorprendió, sino el contenido de éste:



El pasado seguirá siendo pasado y se seguirá recordando por muchos años que pasen... o incluso milenios, como bien te habrán contado hace poco... Esta vez a sido su hermana, pero la próxima tenemos fijado como objetivo... ¡Adivínalo! Supongo que te lo imaginarás, pequeña chica. No eres tan débil como creíamos que serías con anterioridad... Lo cual es francamente frustrante... Pero nos volveremos a ver, eso te lo aseguro... Margaret.
PS: Cuídate de tu nuevo novio... No vaya a ser que salgáis perjudiciados dentro de poco, linda... Que pases una buena noche... ¿O no? ¿Quién lo sabrá?


Eso último estaba tachado, pero la letra era legible.

Me dejó sin palabras... El objetivo siempre había sido yo... Pero, ¿Por qué? ¿Qué les había hecho? ¡¡Ni siquiera les conocía!!

- ¿Qué era?- preguntó sin fuerzas, apoyándose contra la taquilla. Intenté pensar una excusa mentalmente y rápido.

- Ehh... Alec. Sí, Alec.- respondí con nerviosismo mientras miraba a los lados y rezaba porque Alec no estuviera por aquí.

- ¿Y qué quería?- ella buscaba cualquier pretexto para salir de la realidad.

- Esto... Lo que quería era... Pedirme consejo acerca de unos pantalones. Estaba pensando en comprarse unos en una tienda que hay por aquí... Pero no sabía si serían mejor que unos que vio en el centro comercial el sábado.

- ¿En serio?- dijo mientras caminábamos hacia la cafetería.

- Sí, pero vamos, nada importante...

- ¿Y cómo es que te pregunta a ti? Que yo sepa no se lleva nada bien con nadie...- meditó ella.

- Sí, bueno... verás... La verdad es que...- ella lanzó una exclamación antes de que terminara la clase.

- ¡¡Estás saliendo con él!!- gritó llena de alegría mientras me abrazaba.

- ¿Quién está saliendo con quién?- preguntó una voz muy familiar. Jimmy. Y así era. No había cambiado nada desde la última vez que le vi... Excepto en la sonrisa, la cual ahora había sustituido por una mueca de confusión.

- ¡¡Maggie con Alec!!- comentó Elena igual de alegre y contenta que hace unos segundos. Sus ojos brillaban de alegría... Jimmy sonrió forzadamente. Parecía no estar cómodo con esa situación... Pero no sabía que pasaba por su cabeza... A pesar de que mis poderes habían mejorado desde mi regreso del lugar donde habitaba Morfeo.

- Me alegro por vosotros...- murmuró entre dientes. Elena giró la cabeza, y alzó las cejas con sorpresa.

- ¿Quié es esa chica? ¡Parece un ángel!- Jimmy y yo también miramos. A él se le escapó algo como "¡Qué buena está!" mientras yo me quedé aún mirándola.

- ¿Meygan?- se me escapó mientras la observaba venir, pero antes preferí irme del grupo, no vaya a ser que se complicaran las cosas más de lo que ya estaban.- Esto... Ahora vengo, chicos.

- ¡¡Mag!!- gritó con optimismo.

- ¿Se puede saber qué haces en el colegio? ¿Es que no ves que si alguien te ve se te cae el pelo?- hizo un mohín, pero lo cambió por una sonrisa de ipsofacto.

- ¡¡Me alegro que ya hayas conocido a los jefes!! ¿Qué tal te fue? Alec me dijo que tuviste una pelea con Patch... ¡Ese imbécil no sabe más que causar problemas!- así que era eso de lo que quería hablar. La sonreí también.

- Bien, me fue bastante bien. Conocí a J...

- ¡A Janeth y a Aaron!- exclamó, interrumpiéndome.- Ups, de veras que lo siento... ¡Pero no sabes lo contenta que estoy de que al fin sepas la verdad!

- Sí, yo también.- comenté entre risas. Mi móvil sonó.- Emm... espera. Puede que sea mi padre.- pero no lo era. Era un número privado. Lo cogí.- ¿Sí?

- ¿Margaret, huh?- dijo alguien al otro lado del teléfono.- Bien, así por lo menos nos ahorramos dinero... Espero que ya hayas leído la nota de tu taquilla... Porque me aburriría volverlo a decir de nuevo...- así que eran ellos...

- ¿Quiénes sois? ¿Qué queréis?- dije con una mota de desesperación en mi voz.

- Tranquila, pequeña... Todo a su debido tiempo. ¿No has oído la frase el ratón siempre es cazado? Bueno, de todas formas no importa... Vale, mira, no me voy a andar con rodeos y voy a ir al grano... Ven esta tarde a las 8 a la calle Lemon Drops nº 22. Espero que no tardes... O alguien sufrirá las consecuencias. Y por favor- añadió con enfado-, no traigas a ese novio que te has hechado.

- Espera un momento... ¿Cómo sabéis vosotros qu...?- pero fue inútil, ya me había colgado. Mierda... Había cavado mi propia tumba, y ahora haría mi propia muerte si voy allí sola. Ese barrio estaba abandonado... Nadie iba allí. ¿Por qué narices siempre todo esto me pasa a mí?

- ¿Mag? ¿Qué ha pasado? ¿Quiénes eran? ¿Por qué te han dicho eso?- preguntó Meygan. La miré; por un momento me había olvidado que estaba con ella.

- No lo sé.- contesté con sinceridad.- No sé qué he hecho siquiera. Simplemente ellos me han llamado y me... me ¿han amenazado a muerte?- inquirí.

- Tranquila... Lo mejor será que no vayas... Podrías acabar muy mal. Deberíamos llamar a Alec y contarle lo que acaba de suced...

- ¡¡NO!!- grité, sorprendiéndome a mí misma.- No, no le cuentes a Alec nada de todo esto... Quizá no sea nada... A lo mejor son los deportistas intentando gastarnos una broma y estamos haciendo una montaña con un grano de arena...

- ¡Pero tú les escuchaste!- reprochó ella.- Sabes perfectamente lo que sucederá si vas sola...- ahora que me acordaba, ese tío había dicho algo sobre que no me acompañara Alec, pero no nada de que Meygan no lo hiciera.

- Entonces acompáñame tú.





Espero que os haya gustado el capítulo. Creo (personalmente) que las cosas se van volviendo un poco interesantes... ¿Quiénes son esas personas? ¿Qué hará Maggie? Lo sabréis en el próximo capítulo. Intentaré publicar pronto... Mientras tanto estoy pensando en poner un título a este libro, o mejor dicho, cambiarlo. Se aceptan sugerencias ^^
Nada más; solo deciros que por favor comentéis.
Bss.

Rose.Twi



Premios

Bueno... Aquí os dejo toooodos los premios que he recibido desde que publiqué mi primer  capítulo en el blog.. Sé que la mayoría los tengo puestos abajo, pero prefiero tenerlos aquí^^ Así que nada, aquí os los dejo:










Hasta aquí los premios!!!! Muchas gracias a todos los que me los han entregadooo!!!!^^

viernes, 28 de mayo de 2010

Capítulo 36 (Alec)

Dear angel of mine...Where do I start to express how I feel? Well, my love's gone blind. Now all that I feel is what I hear. Now I find myself wanting to die... I bleed for the second time tonight; holding the love that's in my mind. If only my love could be with you. If only this pain died too So I break you away from me. Well, maybe after all, I was better off dead... Cause without you my life's gone down. What do I do, when I find myself wanting to die? I bleed for the second time tonight; holding the love that's in my mind. If only my love could be with you. Now I fing myself wanting to die...

Dear Angel - April Sixth








- Alec, concéntrate en nuestra conversación.- me reprendió Morfeo, fingiendo cara de enfadado, pero sabía que no lo estaba. No lo podía estar cuando a él le pasó lo mismo miles de años atrás con una muchacha...

- Sí.- contesté finalmente.

- Recuerda que aún debes de terminar la misión... Debes conseguir la sangre de una hija de la luna, además de una criatura de las aguas... Pero tienes que tener muchísimo cuidado: ambos son muy rencorosos. Si descubren que les has hecho algo así pueden despellejarte vivo y enterrarte en el fondo del océano.

Morfeo siempre tan expresivo.... Tranquilo, lo sabía. Si alguna de esas pequeñas hadas me pillaban con las manos en la masa se me caería el pelo, y también a los dioses y ángeles por enviarme.

- Lo tendré.- dije seguro.

- Y ahora...- prosiguió él, mostrando su mejor sonrisa.- ¿Dónde está la muchacha de la que te has enamorado?- me sonrojé.

- En la entrada, junto con Janeth y Aaron.

- Aiii...- suspiró con melancolía.- Mis pequeños sobrinos... Diles que entren, y también a la chica... ¿Margaret, no?- preguntó con una mirada confusa.

- Maggie.- corregí.- No la gusta que la llamen por su nombre completo.

- Vale... Lo tendré presente.

La verdad es que Morfeo me trataba demasiado bien en cuestión de lo que debería hacer... Era un creado, y debido a esto la mayor parte de la gente nos perdía respeto... Pero, sin embargo, él se encariñó conmigo desde el primer día, lo que me hizo ganar más puntos a mi favor...

Janeth y Aaron estaban sentados mirando el jardín con preocupación. Ella se mordía las uñas con nerviosismo, y él debatía entre ir o no. Un momento... ¿Y Maggie? ¿Dónde estaba?

- ¿Y Maggie?- les pregunté cuando ya me podían oír. Ellos se miraron varias veces, pero Aaron finalmente contestó.

- Se fue a los jardines... Es que ella nos lo pidió... y, bueno, como parecía que estaba entusiasmada, la dejamos ir.- se excusó, cuando la miré con odio.- Lo siento, pero no la pasará nada...

- ¿Cuánto tiempo lleva allí?

- Más de media hora... Más o menos lo que llevas tu hablando con Morfeo.- bufé, y sin esperar más, fui a buscarla.

Tras recorrerme casi todo el lugar, la encontré.

- ¡Que no, plasta! ¡Déjame en paz ya de una vez!- gritó ella con un bufido mientras caminaba hacia mí sin darse cuenta.

- En serio...- insistía Patch... Un momento ¿Patch? ¿Se puede saber qué narices hacía aquí con ella?- ¿Cómo lo has hecho?- por un momento miré a Patch. Estaba calado hasta los huesos.

- ¡¡No he hecho nada!! ¿Por qué no me dejas un rato en paz?- se giró a verle la cara de idiota que ponía. Él frunció el ceño con enfado.

- No hasta que me digas cómo sabías que me iba a caer.

- No hay que ser un genio para ver que estabas delante de la fuente.- replicó ella con indiferencia.

- Sí, eso lo sé. Lo que me parece un poco más raro es que supieras que me iba a tropezar con una pequeña piedrecilla que se me iba a meter en el zapato y que por eso caería.

- Ehh... ¿La vi en el suelo?- eso sonó más como una pregunta que como una respuesta segura.

- ¿Tú te crees que nací ayer?- repuso con cierto sarcasmo.- Sé muchísimo sobre la vida, pequeña pelirroja, y lo menos que puedes hacer, si lo intentas siquiera, es escoger una excusa mucho más trabajada que esa.- dijo asiéndola del brazo.

- Mira: no tengo por qué contestarte a eso.- respondió con cierta irritación.- Así que, ya que eres el "Dios del Tiempo"- dijo haciendo las comillas con sus pequeños dedos- pues.. no sé chico, vuelve al pasado o lo que sea que hacéis para encontrar respuestas.- le dio la espalda y se percató de que la observaba con diversión. Su sonrisa apareció.- ¡Alec! Estás aquí. Te estaba esperando.

- Espero que no te haya molestado aquel idiota.- la susurré al oído cuando caminábamos de vuelta a la habitación donde se encontraba Morfeo.- Siempre es así. Con el tiempo, uno se acostumbra.

- No, claro que no.- por un momento, miró a la nada con una expresión inescrutable. Luego, sacudió la cabeza levemente y volvió a formar esa sonrisa perfecta.- Bueno, ¿y ahora nos vamos, entonces?- preguntó con impaciencia.

- No.- respondí.- Aún tenemos que ver a una persona que quiere conocerte.

- ¿Quién?- su cara era como una niña pequeña a la que la habían regalado inmensos regalos por su cumpleaños...

- Ya lo verás.

Al entrar, Maggie miraba anonadada la habitación. Normal, había tantos recuerdos de Morfeo en ella... Incluso la foto de su familia y amigos de la época ...

- ¡¡Es preciosa!!- exclamó contenta, y dando vueltas sobre ella misma, como si estuviera en el paraíso.

- Me alegro que te guste.- dijo Morfeo, desde su habitual sillón. Cuando ella se giró, él la miró con pasmo y estupor, mientras ella se sorprendía. Me miró a mí y me preguntó:

- ¿Es tu hermano?- ¿Hermano? Sólo de pensarlo me entraba risa. Era como un padre, más bien. Aunque bueno... bien pensado él podía aparentar la edad de 24 en la Tierra, aunque en realidad tuviera más de 1 milenio o dos.

Él se levanto de la silla y la miró, aún sorprendido y embelesado. Ella se sentía incómoda, y yo preocupado por la reacción de Morfeo.

- Esto... Morfeo.- hablé con cautela.- ¿Estás bien?- ella alzó las cejas.

- ¿Morfeo? ¿El dios?- preguntó entre balbuceos. Él finalmente volvió a la realidad, y la sonrió como si de una hija se tratara.

- Sí, el mismo.

- Vaya... ¡Es un placer conocerte! ¡No sabía que iba a conocerte en mi primera visita! Es estupendo...- murmuraba con un brillo en los ojos de felicidad.

- Mag... Tranquilízate un poco.- la aconsejé, viendo como su voz se iba alzando a medida que hablaba.

- ¿Ella es Maggie?- preguntó él.

- Sí... ¿Por qué? ¿Pasa algo?- preguntó con preocupacion, primero mirándole a él, y después a mí.

- No, nada. Simplemente él quería conocerte.- la dije. Ella suspiró con alivio.

- Menos mal. Creía que era algo malo...

- Bueno... Si solo era eso, ¿nos podemos marchar ya?- le pregunté a Morfeo, quien volvía a mirarla a ella. ¿Pero qué demonios le pasaba? Nunca le había visto tan raro... Ella le miró cuando vió que no me contestaba. Él volvió al presente.

- Sí, claro, por supuesto. Espero que nos volvamos a ver, Margaret.

- Maggie.- corrigió ella con una sonrisa.- Y sí, yo también lo espero.

- Hasta entonces...

Nos íbamos yendo hacia la puerta, pero antes Morfeo hizo su última intervención.

- Habla con tu padre, Maggie. Él te dirá todas las respuestas que buscas.- le dijo, supongo que contestando a alguna pregunta mental de ella. Maggie frunció el ceño, pero asintió y le sonrió.

- Muchas gracias. Lo intentaré hacer.

domingo, 23 de mayo de 2010

Capítulo 35 (Maggie)

All alone smoking his last cigarette. I said, “Where you been?”; he said, “Asking anything.” Where were you when everything was falling apart? All my days were spent by the telephone; that never rang, and all I needed was a call. It never came to the corner of First and Amistad... Lost and insecure you found me. Lying on the floor surrounded. Why’d you have to wait? Where were you? Just a little late you found me... And you never left me no messages; you never sent me no letters, you got some kind of nerve that's taking all I want. Lost and insecure you found me, but just a little late...

You Found Me - The Fray







 
- ¿Mag? ¿Estás bien?- pude escucharla voz de Alec lejos, y un chasquido de dedos enfrente de mis ojos, y entonces fue cuando volví a la realidad. Miré a mi alrededor; no estaban. Caleb y Daphne habían desaparecido.
 
- ¿Dónde están ellos?- pregunté, aún desconcertada. Él arqueó una ceja con confusión.
 
- ¿Ellos?- dijo él sin comprender.
 
- Caleb y Daphne.- intenté recordar sus nombres. Él se tensó durante unos momentos, pero después frunció el ceño.
 
- Ehh.. Mag, no he visto que hubiera nadie más que nosotros por aquí.- contestó.
 
- ¿Estás seguro?- ¿Me estaría volviendo loca? Pero yo los había visto... Alec asintió convencido.
 
- No he visto a nadie.
 
Íbamos a entrar al restaurante, por fin, pero, como siempre tiene que haber alguien o algo que te interrumpa los planes, esta vez no iba a ser menos. Una musiquita sonó, y Alec suspiró y comenzó a hablar con alguien invisible en un idioma desconocido. Parecía estar discutiendo, más bien. Finalmente, asintió a alguna propuesta que le pedirían y me miró.
 
- Tengo que irme.- comentó algo nervioso.
 
- ¿Irte?- entonces lo comprendí. Algo de los dioses, seguramente.- Ahh...- fue lo único que logré decir, con decepción.
 
- Esto... Mag... Me han pedido que me acompañes...- dijo algo preocupado.
 
- ¿Yo?- inquirí atónita. Pensaba que a donde quiera que fuesen los creados y los dioses, tan solo podían ir ellos.
 
- Sí. Al parecer, quieren hablar contigo.
 
- ¿Y... y cómo vamos?- pregunté indecisa. Volvió a suspirar.
 
- Cierra los ojos.- ordenó. Los cerré. Noté como me elevaba, e iba a abrirlos cuando Alec me dijo:
 
- Aún tenlos cerrados.
 
Pasaron los segundos lentamente, hasta que una ráfaga de aire azotó mi cara, dejándola helada.
 
- Ya puedes abrirlos.
 
Finalmente los abrí. Me sorprendió mucho ver aquel lugar. Era como un sueño... Con gente que ni tan siquiera necesitaba el suelo para caminar, casas en los árboles y el aire, alas tanto blancas y grises como negras... Era impresionante.
 
- Las alas negras son para los creados.- me explicó. Me tendió la mano, y me guió hacia un templo que estaba rodeado por una pequeña neblina que no dejaba mucho ver lo que se encontraba dentro de él.
 
Unas figuras aparecieron como por arte de magia ante nuestros ojos. Eran una chica y un chico hermosos, simplemente perfectos. La chica tenía un pelo rubio perfectamente rizado y adornado con una pequeña tiara, y llevaba un vestido blanco de lino precioso, que encima quedaba estupendo con su piel oliva. Sus ojos marrón oscuro me miraban alegres mientras una pequeña sonrisa asomaba por sus labios rosados. El chico, sin embargo, me miraba desconcertado. Tenía los ojos oscuros, al igual que su acompañante, pero el pelo lo tenía completamente negro.
 
Ellos se acercaron levitando, como todo el mundo solía hacer en ese lugar.
 
- Hola.- nos saludó la chica.- Me llamo Janeth y él es Aaron.- me abrazó amistosamente, dejándome sorprendida.- Tranquila, no te vamos a hacer nada.
 
- Esto... Hola.- dije finalmente.
 
- Oh, lo siento. ¡Qué descortés de mi parte!- hizo unos movimientos de muñeca, y de repente apareció una manzana.- Toma. Tendrás hambre. En el mundo de los humanos ahora es mediodía.- la acepté y di las gracias.
 
- ¿Cómo lo has...?- comencé.
 
- Mi madre es Perséfone, la diosa de la agricultura; digo yo que algo se me habrá quedado de ella en todos los años que llevo aquí.- suspiró.
 
- Morfeo quiere hablar contigo, Alec.- dijo Aaron mientras yo masticaba la mazana con lentitud. Me ponía bastante nerviosa que las personas me observaran mientras comía.
 
- Vale. Voy ya mismo. ¿Te quedas con Maggie, Janeth?- le pidió suplicante. Ella sonrió abiertamente.
 
- Por supuesto.
 
Él se fue, pero no sin antes darme un beso en los labios.
 
- Vale... Ahora que se ha ido te tengo que advertir de algunas cosas, Maggie.- comenzó Janeth mientras vigilaba que no hubiera nadie a nuestro alrededor.
 
- ¿De qué cosas?- pregunté con curiosidad.
 
- Ten muchísimo cuidado con Lune, Elise, Edward y Patch. Son muy peligrosos, y podrían hacer cosas de las que te arrepentirías más adelante.- la miré con una cara que expresaba confusión, y ella se explicó con mayor claridad.- ¿Has dado en el instituto los dioses grecoromanos?- asentí.- Bien.. Así por lo menos me ahorro la historia.- se puso el dedo índice en la barbilla, mientras miraba a la nada.- Vale. Comienzo. Lune es la hija de Hades, el dios de los muertos... Y posee mucho poder. A simple vista parece una niña absurda y tonta, pero por dentro tiene muchísima ira cargada... No hagas nada que la haga ir a un extremo... Sigo... Haber...
 
- Elise.- recordó Aaron.
 
- ¡Eso! Elise... Ella es la hija de Afrodita, diosa de la belleza. Como se la crucen los cables puede convertirte en cualquier cosa menos en bonita... ¡Edward! Edward es el hijo de Ares, el dios de la guerra. Tiene una fuerza increíble. Yo que tú no me pelearía con él, porque estoy segura de que perderías... Y, por último, Patch, hijo de Cronos,  dios del tiempo. Yo que tú no me acercaría mucho... En serio, te estamos advirtiendo. Luego con quien tú hagas las amistades nos es lo mismo.
 
- ¿Y Adara?- pregunté. Ella era la única persona además de ellos dos que conocía de este lugar. Ellos alzaron las cejas.
 
- Bueno... a Adara más bien la tenemos respeto. Parece que es muy mala y todo eso... pero luego es una buena persona. Si no pregúntale a Sebastian, su novio.- yo simplemente asentía a cada consejo que me daban.
 
- ¿Puedo dar una vuelta por allí?- señalé a unos jardines situados al lado del templo. Ellos se miraron, pero Aaron se encogió de hombros, y ella asintió no muy convencida.
 
- Pero no te demores...
 
Prácticamente corrí hacia los jardines al oír que me dejaban verlos... Parecían tan hermosos desde fuera... Y por dentro era aún más bonito. Mientras el agua de las fuentes caían al compás de una canción, los pájaros volaban a su alrededor. Los árboles tenían todo tipo de flores, tanto conocidas como no. Ójala en Eugene hubiera parques de este tipo... Suspiré.
 
- ¿Bonito, no crees?- dijo una voz masculina a mis espaldas. Al darme la vuelta, un chico de ojos verdes y pelo rubio dorado estaba sonriéndome pícaramente.
 
- Sí, la verdad es que sí...- contesté con admiración, volviendo a ver aquel paisaje tan hermoso.
 
- Dime... ¿Qué te trae por aquí?- preguntó, acercándose a mí. Mi instinto me dijo que debía mentirle.
 
- Nada... a echar un vistazo a este lugar...
 
- ¿Un vistazo? ¿Acaso alguien te a acompañado?- inquirió sorprendido, y a continuación sonrió.- ¿Quién eres?
 
- Maggie.
 
- Encantada Maggie. Yo soy Patch.
 
Ese nombre... ¿No era uno de los que me habían advertido Janeth y Aaron? Y estaba en frente de él como si nada... Vale, tranquila. Invéntate una excusa y vuelve junto a ellos... Tampoco es tan difícil.
 
- Esto... Ha sido un placer conocerte, de verdad...- comencé con nerviosismo.-, pero... esto.. me esperan a la salida. Y se me hace tarde.- me giré sin esperar respuesta, pero me encontré con la sorpresa de que no me podía mover.
 
- Y... voilà. Aquí una demostración de mis habilidades...- no me podía mover, pero sí hablar.
 
- ¿Qué has hecho?- le pregunté entre desafiante y asustada.
 
- Nada... Normalmente no uso mis poderes cuando me enfado... Pero sin embargo, contigo haré una excepción... Y ahora... ¿Quién eres? ¿De dónde vienes?
 
- Soy Maggie, y soy de Eugene, Oregón.- contesté obligada.
 
- Así que una humana... ¿De mano de quién has venido?
 
- De Alec...- él se sorprendió, y a continuación esbozó una sonrisa malvada.
 
- Con que te trae sin permiso... Habrá que avisar al jefe...
 
- ¡¡No!!- grité.- ¡Alec me ha traído porque se lo han pedido! ¡Él no ha roto ninguna norma!- exclamé.
 
- Interesante...- se acercó más a mí y me tocó la cara con sus manos.- ¿Sabes? Me recuerdas mucho a una persona...
 
- ¿No me digas?- comenté enfadada- ¿A tu novia muerta?- sé que eso estaba mal, pero en esos momentos estaba demasiado cabreada como para pensar en sus sentimientos. Él rió.
 
- No... Por suerte no.- le miré extrañada.- No he tenido novia. Solo rollos.- giré los ojos a otra dirección, pero él se colocó en el lugar donde situé a éstos.- Mírame. Como te estaba diciendo... No he tenido nada más que rollos temporales; podría durar tres días máximo.
 
- ¿Y a mí que me importa?- comenté secamente.
 
- Ah, no sé. Eres tú la que ha empezado a preguntar por novias... - madre mía... Que tío más aburrido. Seguro que era peligroso porque podría llegar a dormirte en menos de tres segundos con sus comentarios y palabras...
 
- Sí, ya.. Bueno, ¿me dejas irme ya? No sé tú, pero yo tengo cosas que hacer... Así que mira: vete con ese rollo a otra. Eso sí, procura no cansarla como a mí.- él me miró lleno de ira, y en ese momento fue cuando me arrepentí de haberle dicho eso... Mi bocaza siempre tenía que arruinar mi única escapatoria...
 
- ¿Y qué pasa si no lo hago? Eres interesante, Maggie. Serás mi mascota.
 
- ¿Perdón?- fue lo único que pude decir.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Nuevos personajes!!

Aquí os dejo las nuevas imágenes de los personajes. Siento mucho decir que aparecerán más... Pero es que algunos son necesarios en el transcurso de la historia. Os daré un adelanto: aparecerán dioses, o mejor dicho, hijos de dioses. Pero tranquilos, no os alarméis. Pondré el nombre, la foto y las raíces de cada hijo. Además, ya tengo las fotos y las descripciones de estos personajes, y sus padres. (risa malvada) No, no hay porqué preocuparse, estaos tranquilos y calmados. Personalmente no creo que os liéis si alguien os lo explica con imágenes, etc... (Me enrollo demasiado)

Bueno, volviendo al tema principal de esta entrada, aquí os dejo a los nuevos personajes, es decir, a los hermanos de Maggie:



Esta es Daphne, la hermana pequeña de Maggie. Sé que en esta imagen sale maquillada y con Eye-liner, pero no importa. Me parece muy guapa (mi opinión eh?). Bueno... ¿Qué decir de ella? Os contaré algo: ella es de otro mundo... Bueno, al igual que su hermano Caleb. Y ambos encontraron a Maggie por pura casualidad. Supongo que os preguntaréis por qué todo el mundo llama a Mag por su nombre... Pero siento no deciros nada hasta dentro de muy poquito. Espero que os guste.




Y aquí está Caleb!!! Lo escogí simplemente porque lo adoro!! (Además de que se parecía a mi personaje, por supuesto ^^') Es un chico de unos 20 años, 3 más que Maggie. Se dan un aire, al igual que con Daphne (si se le cambia el pelo a un color cobre, claro está). Caleb es muy sobreprotector con su hermana, aunque es normal, después de haber estado 5 años sin verla... (Ahora intertar comprender al pobre chaval un poquitooo xD).




Repito lo que he dicho antes: pondré imágenes de los hijos de los dioses, al igual que el nombre y la función de sus padres, para que lo entendáis mejor y más claramente. Si queréis, los pongo ya mismo. Comentad, plis. Los pongo cuando me digáis.

Besos. (XoXo)
Rose.Twi